Cancún, una ciudad con un crecimiento imparable y constante, donde pocos restaurantes resisten a las transiciones, modas y otros temas complejos que no tocaré. Kiosco Verde es un sobreviviente que ha sabido flotar desde 1974, algo que muy pocos pueden presumir.
Comencé un viaje de placer y trabajo a isla mujeres con mis amigos de “Chile, mole y pozole”, ¿que es? un podcast gastronómico que pronto estará en nuestras líneas, pero ese será otro tema…
Terminamos en El puerto Juárez, el barrio de los pescadores del área de Cancún. Allí se encuentran muchos restaurantes que ofrecen pescados y mariscos, pero sinceramente muy pocos a destacar.
El restaurante Kiosco Verde sobrevive con orgullo, siendo uno de los restaurantes que hablan distinto en este neighborhood
con mucho material fresco y de calidad, algo insólito en los alrededores.
Ojo, esto no significa que esta maravillosa ciudad no tenga gastronomía con mucho estilo que ofrecer, aquí solo estamos contando nuestra experiencia en medio de esta contingencia que de a poco nos va sacando nuevamente de nuestros hogares.
Kiosco, dirigido por el chef Octavio Santiago es una cabaña de madera pintada de… claro de verde!! con una gran palapa que evoca a ciertos lugares de Acapulco pero por supuesto con una identidad propia que hace de este sitio un verdadero encanto.
Llegamos y lleno.. ¿ lleno en tiempos de pandemia? ¿de que se trata? ¿Cual es su secreto? una cocina atractiva bien llevada por un chef mexicano a gustoso experimentar sabores distintos, hambriento de nutrirse continuamente de conocimiento y siempre utilizando los mejores productos. Es una idea completa donde te encontrarás gratas sorpresas gustativas, muy mexicanas con toque único de este gran cocinero.
El ambiente un tanto casual y relajado nos dejó realmente encantados; cerveza bien fria y un menú dispuesto a satisfacer a cualquier gastrónomo fanatico de lugares como estos.
¿Mi recomendación? Los ostiones, orgullosamente pagaron la cuenta, los cayos una invitación para regresar a tan pintoresco lugar, y si ya llegaste, no te vayas sin comer lo kibis que humildemente son un gusto necesario para cualquier foodie.
¿Impresión? Nuestro amigo Enrique de Chile, Mole y Pozole, nos comenta lo siguiente: “ Los tres platillos estuvieron deliciosos, pero a mi paladar sobresalieron los ostiones en su concha, mi experiencia con ellos ha sido positiva, jamás pude con su “caldito” natural, al escuchar que eran asados en automático captaron mi atención, el aroma del asador se
percibe inmediatamente al olfato y al paladar, las hierbas hacen lo suyo y rematan con un salsa de habanero que los maximiza. Uf!!!! #Chulada de platillo. “
¿Te imaginas combinar esto con una Cerveza Artesanal Novel? ¡pronto será posible!
Gastrónomo viajero si estás cerca, esta comida justifica el viaje. dejate consentir por Santiago y si los tragos hicieron estragos
¡ Siempre existe el Kiosco FOlk Hotel!
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