La visita gastronómica de esta semana fue en un establecimiento donde se respira, siente, vive pero sobre todo se degusta la pasión futbolera; estamos hablando del restaurante Azul, ubicado en el estadio BBVA Bancomer, la casa del equipo de futbol Rayados de Monterrey, Nuevo León.
Un concepto sumamente futbolero, pensado y diseñado como un espacio para disfrutar de un rato con los amigos, una tarde calurosa acompañado de bebidas refrescantes, deliciosa comida y como atractivo principal, asombrarse con la vista interna del estadio.
La entrada al establecimiento es por medio de un elevador, el cual al abrir sus puertas te deja observar una réplica del vestidor del equipo Rayados, luego pasas una serie de stands fotográficos con temática futbolera entre los cuales se encuentran la clásica mesa de comentaristas, una portería y unas letras para fotografías que indican el punto perfecto para retratar la vista del estadio.
Desde el momento que ingresas a las instalaciones de Azul, eres tratado con gran amabilidad, te hacen sentir como si estuvieras en casa con los amigos viendo un partido acompañados de unas cervezas; el establecimiento cumple con los servicios de salubridad establecidos y una muy grata atención.
Para empezar probamos sus famosos Tostiritos, un plato que contiene tres tacos de tortilla amarilla rellenos de camarón, tocino, elote y tostitos que tenían una mezcla de texturas suaves pero crujientes; bañados con una salsa de chipotle cremosa que le agregaba un toque picante.
Continuamos el medio tiempo con una peculiar hamburguesa, La Capitana la cual tiene un particular sello en el pan con el estampado de un balón de fútbol, unos aros de cebolla que estaban crujientes por fuera pero suaves y en su punto por dentro, carne hecha en casa bañada con un queso amarillo, tiras de tocino crujiente y una salsa bbq; haciendo de este hamburguesa una combinación llena de sabores y texturas en cada mordida. Además, iba acompañada de unas papas a la francesa condimentadas con chilito para darles un toque diferente.
La jugada final fue el postre, en esta ocasión probamos un pan de elote suave y esponjoso acompañado de una bola de helado de vainilla, el cual mojaba la base del postre haciendo que pan se disolviera en cada mordida y abundantes palomitas acarameladas, estas últimas le daban un toque crujiente pero a la vez salado a todo el conjunto y a esto le sumamos que todo el plato venía rociado con un toques de una cajeta de caramelo.
En general un restaurante muy completo ya que en su menú no solamente encontramos snacks sino que hay ensaladas, comidas más elaboradas con ingredientes de mar y tierra, tacos, alitas, boneless y distintas opciones más. Azul es un concepto pensado principalmente en la afición futbolera pero que con el tiempo se ha convertido en una parada turística para los visitantes de Monterrey ya que es un establecimiento que se encuentra abierto al público en general.
Agradecemos a todo el equipo de trabajo del restaurante Azul por las atenciones prestadas y por habernos hecho sentir como en casa durante nuestra visita.
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