Una elevación en grúa por los cielos de Teotihuacán para saborear las variedades de este manjar
No hace falta que tengas alas para vivir esta aventura, lo necesario son ganas de suspenderte en el aire y degustar delicias a 45 metros de altura.
Con esta experiencia celebramos una comida de 4 tiempos y tuvimos la esplendida compañía de chefs que nos regalaron algunos de sus sazones. La cereza en el pastel: una espléndida vista hacia la pirámide del Sol y de la Luna en Teotihuacán, Estado de México, con Dinner in the sky.
El recibimiento fue con mariachis en el pequeño lobby montado con televisores, sillones y tapetes de lujo, en el que probamos un pequeño aperitivo para abrir boca mientras el equipo de Atún Dolores se preparaba realizar nuestra singular experiencia.
Caminamos hacia una mesa rodeada de asientos que son como para una misión espacial. Dedicadamente, los asistentes aseguran nuestras sillas, cada una con muchos arneses de protección. "¿Para qué servirá esta palanca?" es la pregunta, cuando tus manos la perciben a la derecha, pero prefieres no tocarla o arriesgar tu vida.
Después de que los chefs y el capitán –todos con sus respectivos arneses- brindan las indicaciones de vuelo (incluidas las salidas de emergencia con las indicaciones como las que hacen los sobrecargos antes de iniciar el vuelo), comienza el ascenso, imperceptible pues de pronto, simplemente, estamos suspendidos en el aire, y mirar hacia abajo resulta cosa de vértigo.
La experiencia gastronómica da inicio con el sabor de una ventresca (o vientre de atún) con ensalada de nopal, montada en puré de camote; le sigue un tlacoyo con chilorio de atún; después un delicioso y singular salmón sellado con mole y zanahorias baby; y de postre una bola hecha con 70 por ciento de chocolate, rellena de frutos rojos y helado de kiwi en tierra de cacahuate. Todo maridado con vinos de Monte Xanic.
La creatividad del festín correspondió a los chefs Christian Lozano y Roberto Castañeda, los acompañaron Jimmy Meneses y Charlie Escudero quienes, junto con el capitán, estuvieron siempre al pendiente de nuestras peticiones, como servir más vino o alentarnos a aplaudir y descubrir que la palanca que antes nos daba miedo nos permitía reclinar los asientos hasta el límite y generar adrenalina tan solo recostarte.
La música no falta, la fiesta sigue, pero, después de unos 45 minutos es momento de regresar a tierra. Así son las experiencias que Dinner in the sky brinda para cualquier evento especial o, simplemente es posible reservar una de ellas con tus amigos y familia. dinnerinthesky.com.mx.
Desafío
Este evento tuvo como pretexto la activación del Desafío Dolores, un concurso a nivel nacional que celebra los sabores y regiones de nuestro país con ingredientes de la marca.
La principal intención es invitar a cualquiera que desee participar a retar su creatividad eligiendo platillos representativos de la cocina mexicana. La campaña se presentará el día 17 de septiembre en medios digitales y televisión. Seis recetas serán las ganadoras pero solo una podrá irse de viaje.
Conoce más en atundolores.com.
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